El piolet es una herramienta de seguridad básica que junto a los crampones forman una pareja indispensable en la práctica de cualquier actividad en la montaña invernal, tanto en sencillas travesías y ascensiones como en la práctica del alpinismo en cualquiera de sus versiones (corredores, glaciarismo, escalada en hielo, etc.)

Con la intención de orientar en la variedad de tipos, tamaños y usos vamos a ver unos apuntes generales sobre la clasificación básica de los piolets.

En rasgos muy generales podríamos dividir los piolets en dos principales tipos:
CLÁSICOS O DE TRAVESÍA Y TÉCNICOS.

Son más largos que los técnicos, con buen regatón o pico, generalmente con mango recto aunque en ocasiones lo tienen ligeramente curvado en la parte superior. Su longitud varía entre los 50 cm. y los 70-80 cm. en función de nuestra estatura, aunque esto depende mucho de los fabricantes. Es importante utilizarlos con una buena dragonera, decimos buena porque en algunos piolets baratos la pieza que une la dragonera con la cruz es de plástico y parte con facilidad al soportar nuestro peso.

Como bien indica su nombre se utilizan para travesías y ascensiones no muy técnicas (habitualmente se recomiendan para pendientes <50º), el cruce de neveros y glaciares o a modo de bastón en pendientes nevadas. Nos aseguran en caso de caída mediante la técnica conocida como “autodetección” o para asegurar reuniones en la nieve.

Son más cortos que los clásicos, generalmente no superan los 50-55 cm. y su mango es mucho más curvado. Como su nombre indica se utilizan para actividades muy técnicas como escalada en hielo o alpinismo de dificultad. En algunos piolets técnicos se sustituye la pala por una maza, que a modo de martillo se utiliza para clavar tornillos en el hielo, etc. Muchos incorporan un tope en el mango para hacer más fuerza a la hora de traccionar en la subida.

Podemos comprobar que los piolets llevan grabados una B o una T dentro de un círculo. Esto nos indica el tipo de piolet del que se trata atendiendo a su resistencia en peso, “básico” o “técnico”. Esta clasificación se aplica tanto a la cabeza como al mango de forma separada. Estas letras quieren decir:

En un piolet técnico, tanto el mango como la hoja han de pasar el test tipo “T”. Si el mango es de tipo “T” pero la hoja es de tipo “B”, el piolet se considera de tipo “B”.

Los piolets clasificados como tipo “T” son más resistentes pero también más pesados, en la mayoría de los casos un piolet tipo “B” es suficiente, los de tipo “T” se utilizan para actividades muy técnicas o alpinismo de dificultad.

Como hemos visto anteriormente, los piolets técnicos suelen tener una medida fija de 50-55 cm., mientras que los piolets clásicos o de travesía varían entre 50-70 cm. (dependiendo del fabricante) en función de nuestra estatura.

La norma habitual para elegir un piolet clásico es cogerlo por la cruz, con las botas puestas y los hombros relajados, la punta o regatón tiene que quedar a un palmo del suelo, es decir, por el tobillo aproximadamente.

Acero: es el material más utilizado en la hoja y el regatón. Es el más duradero y barato aunque también son los más pesados. Se recomienda el acero inoxidable para evitar la corrosión.

Aluminio: en los piolets clásicos o de travesía el mango suele ser de aluminio para aligerar. En algunos modelos ultraligeros la hoja también es de aluminio, pero pierde resistencia frente al acero. Se usan en trekking poco técnico como herramienta “por si acaso”.

Titanio: se usa para la hoja y el regatón, muy resistente y ligero (aunque pesa algo más que el aluminio). Algo más caro.

Fibra de carbono: en algunos piolets técnicos el mango está hecho de fibra de carbono para aligerar peso, aunque el aumento de precio es considerable también. Piolets muy técnicos y especializados.