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Artículo de la revista "Impulso Vital", publicada por la Sociedad Española del Corazón |
¿Sabías que los beneficios de caminar superan con creces los de correr? Te contamos los efectos en tu organismo y cómo practicarlo correctamente.
Estos últimos años le han puesto el rimbombante y anglófono nombre de power walking, pero desde hace ya unas décadas que se practican las actividades de caminar o hacer senderismo como ejercicios para mantenerse en forma.
El power walking (o smart walking), que en los últimos tiempos ha ganado multitud de adeptos, no es más que caminar a buen ritmo. Pero, ojo, no vale hacerlo de cualquier forma.
Víctor Gadea, entrenador personal, asegura que el power walking es más que un simple paseo. |
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"Hay que caminar a un ritmo adecuado para quemar las mismas calorías que corriendo. Y siempre que controlemos sus tres puntos fundamentales, frecuencia, tiempo y ritmo, es un ejercicio seguro y efectivo". |
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Para Gadea, la frecuencia ideal para practicarlo es de tres a cuatro veces por semana. El tiempo de cada sesión debe rondar incialmente los 40-45 minutos. Y en los primeros entrenamientos el ritmo debería rondar el 60 por ciento de la frecuencia cardíaca máxima. "Un ritmo ágil, pero cómodo -explica Gadea-, que debe tener siempre en cuenta la forma física con la que parte el que lo practica". |
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Andar, mejor que correr |
El power walking es ideal para esas personas que tienen poco tiempo, no les gusta correr, no están en buena forma física o no les gusta ejercitarse en lugares cerrados como los gimnasios. Y eso sin que haga falta correr.
Así lo indica un revelador estudio publicado hace unas semanas en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology. |
Según esta publicación, cuando se emplea similar gasto de energía, correr reduce el riesgo de hipertensión en un 4,2% y caminar en un 7,2%. En cuanto al riesgo de colesterol alto, correr supone una reducción de ese riesgo en un 4,3% y caminar en un 7%. En cuanto a las enfermedades cardiacas, correr reduce el riesgo en un 4,5% y caminar en un 9,3%. Es decir, en todos los casos andar es mucho más beneficioso que correr. Y, además, produce menos desgaste y riesgo de lesiones. |
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10 buenas razones para caminar |
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- Disminuye la tensión arterial y los niveles de colesterol, lo que evita problemas cardíacos.
- Mejora el sistema inmunitario. Previene la diabetes y ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre.
- Tonifica una gran cantidad de músculos, sobre todo las pantorrillas, los muslos y los glúteos.
- Ayuda a quemar calorías y a mantener activo el metabolismo.
- Desestresa, relaja y ayuda a que nuestro humor mejore.
- Su práctica es muy barata y segura, con bajo nivel de lesiones.
- Caminar hace que se fortalezcan los músculos que rodean las articulaciones. Ésto reduce presión en las mismas y las nutre exprimiendo fluídos adentro y afuera, dando nutrición así al cartílago.
- Su práctica en grupo ayuda a mejorar las relaciones sociales.
- Andar a paso ligero hace que aumente el nivel de endorfinas en nuestro cuerpo, los aliviantes naturales del dolor.
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