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Etapa 11. Ribadiso da Baixo - Labacolla (31,5 Km.) |
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19-04-2008. Sábado. Hoy es nuestra penúltima etapa, pero tenemos la sensación de que será la última, porque hoy pensamos llegar hasta Labacolla, a 10 Km. de Santiago. Por lo tanto, mañana más que una etapa será un tranquilo paseo de un par de horas hasta Santiago.
Salimos de Ribadiso temprano cómo de costumbre. Tras 3 Km. de constante subida entramos en Arzúa dónde paramos a desayunar. Tras el desayuno salimos de Arzúa junto a nuestra inseparable compañera de viaje, la lluvia. |
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Tras 11 largos kilómetros por caminos encharcados entre bosques de espesa vegetación y gigantes eucaliptos, llegamos a Salceda dónde almorzamos en un bar próximo a la carretera plagado de nuevos peregrinos. Y es que a lo largo del camino de hoy nos hemos encontrado con gran cantiad de nuevos peregrinos. Mucha gente que hace las dos últimas etapas.
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Homenaje a un peregrino |
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Tras el almuerzo nos adentramos de nuevo en el bosque y pasamos junto al monumento a un peregrino muerto en éste lugar en el año 1993 a una sóla jornada de Santiago. |
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Así poco a poco, atravesando bonitos bosques de eucaliptos pasamos por Santa Irene, Rúa y otras pequeñas aldeas hasta que llegamos a Pedrouzo.
Son las dos de la tarde cuando llegamos a Pedrouzo. Valoramos la posibilidad de quedarnos aquí que hay albergue o continuar hasta Labacolla y así acortar la etapa de mañana para llegar pronto a Santiago y poder acudir a la misa del peregrino. |
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Camino inundado |
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Al final decidimos seguir, confiando en encontrar algún sitio para comer por el camino y esperando que en Labacolla hubiera albergue. Explicamos nuestros planes a la pareja de franceses que nos acompañan y deciden seguir con nosotros. Pero desafortunadamente estos planes no nos llevarían a buen puerto... |
Bosques de eucaliptos |
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Nos adentramos en un frondoso bosque de gigantes eucaliptos por el que caminamos durante 10 largos kilómetros bajo la lluvia, sin encontrar dónde comer y sin nada en la mochila. Está bien entrada la tarde y seguimos sin comer, lo que comienza a mermar nuestras fuerzas. La pareja de franceses comparte con nosotros unas galletas que les quedaban y continuamos bajo una lluvia aún más intensa.
Un par de kilómetros antes de llegar a Labacolla nos encontramos con la chica alemana y su niña. Nos prestamos para llevarla el carrito y resguardarlas bajo nuestro paraguas, pues llueve de manera torrencial. Llegamos a Labacolla empapados, sin comer y rendidos tras recorrer más de 30 Km. Para colmo, nos dicen que aquí no hay albergue. Así que decidimos alquilar una habitación en un hostal de carretera, dónde nos espera un merecido descanso. |